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Un patrimonio en peligro

Poco conocida por propios y extraños, la arquitectura histórica de La Chorrera no cuenta con políticas claras para su conservación.
POSIBLE MUSEO. Así luce hoy la segunda sede de la Alcaldía de La Chorrera. El edificio, que en más de una ocasión se ha intentado vender a particulares, es hoy objeto de una iniciativa para tratar de convertirlo en museo. ESPECIAL PARA LA PRENSA/Eric Montenegro1397417
Eric Montenegro
Especial para la prensa
panorama@prensa.com

Los pocos edificios con algún valor histórico que aún se mantienen en pie en el distrito de La Chorrera, corren el riego de desaparecer a falta de una política de conservación de parte de las pasadas y actuales administraciones alcaldicias, y el desinterés de la sociedad civil.

Aunque parezca increíble, no hay en el distrito una lista oficial de estructuras que datan de los inicios de la República, aunque sean de carácter privado.

Esta es una “tarea urgente”, según el historiador y profesor universitario Arturo Guzmán, y que requiere de la formación de una comisión interinstitucional con amplia visión sobre el tema.

Preocupa, dice el profesor Guzmán, que nunca se haya elaborado ley alguna para la protección del conjunto de edificios o ruinas históricas existentes en el distrito, por parte del Municipio de La Chorrera ni del InstitutoNacional de Cultura (Inac).

Apunta, además, que la conservación de lo poco que queda de este patrimonio histórico, debe ser motivo de estudio para instancias como la Universidad de Panamá, a través de su Facultad de Arquitectura, la cual podría documentar la historia de los edificios del casco antiguo de La Chorrera.

Además de ello se necesitará gestionar fondos con los cuales empezar la tarea de restauración y conservación de los edificios, incluyendo aquellos que pertenezcan a particulares.

Para las nuevas generaciones de chorreranos, es desconocida la historia de las dos primeras sedes alcaldicias, una de las cuales está abandonada y la otra ocupada por oficinas de corregiduría y de una empresa privada, la cual remodeló parte de la fachada original.

MEMORIA VIVA

Quien por años ha bregado por la conservación de la historia de La Chorrera es Rogelio Zúñiga Méndez.

Con varias décadas a sus espaldas pero con la memoria lúcida, Zúñiga Méndez reconoce que es “dolorosa y lamentable” la condición en que se encuentran edificios como la vieja alcaldía, en la cual se escribió gran parte de la historia del pueblo de La Chorrera.

Poco a poco, el distrito ha estado perdiendo estructuras con valor histórico. Este fue el caso de la iglesia colonial, las ruinas de La Mitra y el puente de piedra construido por los españoles sobre el río Martín Sánchez.

En vez de propiciar la conservación de este legado, ha habido consejos municipales que han promovido la demolición o venta de los terrenos en donde se ubican algunos de estos edificios.

El edificio de la antigua alcaldía, asegura Zúñiga Méndez, data del año 1932, en tanto que el plano utilizado para su construcción fue el mismo para las alcaldías de Arraiján y Capira.

La más reciente evaluación al edificio de carácter histórico, con intenciones de iniciar su restauración, se realizó hace un mes.

José Angulo, del departamento de Investigaciones Históricas del Inac, refiriéndose al edificio de la vieja alcaldía aseguró que para el rescate de este se requeriría de una fuerte inversión de dinero. El techo, el sistema eléctrico y la parte interna del edificio requieren de mayor atención.

El edificio aún tiene muchas posibilidades de ser rescatado, dijo en su momento Angulo, añadiendo que es de interés del Inac que se conserve el edificio para mantener su valor histórico.
UN INVENTARIO APROXIMADO

Una lista de las estructuras con algún valor histórico en La Chorrera incluye la capilla de velación que está en el cementerio municipal, la cual data de 1924, según una placa de bronce colocada en la fachada del edificio de estilo neoclásico.

A ello se suma el edificio en que funcionó por primera vez la alcaldía, construido de adobe y que data de inicios del período republicano; la vieja casa cural, que luego fue usada como escuela y que se proyecta demolerla para dar paso a un edificio más moderno. Entre las propiedades privadas está la mansión Boyd, que fue construida guardando el estilo de las casas de campo de las familias adineradas de los primeros años de la República. También el edificio en donde funcionó la primera estación de bomberos, y que hoy es conocido como El Chichemito. Otras estructuras, como el hotel Francés, ya han sido demolidas.